viernes, 14 de diciembre de 2012

Y entonces todo cambió.

Verde, azul, morado, rosa, rojo, amarillo..., ya ni los colores me hacían sentir como antes; todos me parecían gris, con distintos tonos, pero gris al fin y al cabo.

Sólo fue una palabra, una maldita palabra que lo mandó todo a la mierda. ¿Por qué tuviste que pronunciarla? ¿No podías mantenerla en tu cabeza, en lo más profundo de tu subconsciente? Sé que así es, que si que podías haberte guardado tu palabrita en lo más recóndito de tu mente y nunca hacerla pública pero tenías que hacerlo para fastidiarme, ¿no es así?

De todas maneras ya da igual. Todo brillo se perdió, toda esperanza se marchitó para dar paso a la desilusión y a la amarga verdad. Porque en el momento que pronunciaste ese vocablo compuesto por cinco letras me matastes.

Ya es hora de pasar de página, de comenzar de nuevo a vivir, de dejar de depender de alguien como tú. Por eso y por todo lo que me has hecho pasar te digo exactamente lo mismo que me has dicho a mí, sin contemplaciones ni rencores: Adiós.

Adiós, espero no volverte a amar.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Aquél maldito jueves.

La mirada perdida,
más allá de la ventana.
El traqueteo de una vía,
un invierno que se apaga.

Florece una sonrisa
al revivir un recuerdo:
un corazón de tiza
entre bostezo y bostezo.

Un golpe rotundo,
un grito ahogado.
El silencio más profundo
se sienta a tu lado.

Nadie sabe nada.
Está rugiendo el cielo.
La mañana calcinada
con tres agujeros.

Sirenas, ambulancias.
Aún no se sabes lo que ocurre.
No se pueden parar las lágrimas
cuando la vida se te escurre.

Poco antes de las ocho,
acuchillando la aurora.
Hoy se para todo.
Hoy Madrid llora.

La calle se viste de gente
por aquel maldito jueves.
No hay nada más intransigente
que tiznar el alma con muerte.

Poco antes de las ocho,
¡qué maldita hora!
En Santa Eugenia, en el Pozo
y en la estación de Atocha.

Sirenas, ambulancias.
Ya se sabe lo que ocurre,
son casi doscientas lágrimas.
Son las vidas que se escurren.
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*Poema escrito por Sergio Gómez Martín*